Como mínimo dos personas han muerto y más de 700 han perdido sus hogares en Corea del Norte debido a las inundaciones.
La capital del país, Pyongyang, está afectada así como las provincias vecinas de Sur Pyongan y Pyongan.
Los cultivos también se han visto muy afectados por las lluvias, lo que podría desencadenar una nueva ola de hambruna en el país.