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La carnicería de Rzhev

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La batalla de Rzhev resultó ser el episodio más sangriento de la Gran Guerra Patria. Durante muchos años casi no se habló sobre esta página de la historia de la guerra. Tal vez porque las pérdidas fueron demasiado grandes y la victoria no era tan evidente. Además, surgieron muchas leyendas vincul
La carnicería de Rzhev

La batalla de Rzhev resultó ser el episodio más sangriento de la Gran Guerra Patria. Durante muchos años casi no se habló sobre esta página de la historia de la guerra. Tal vez porque las pérdidas fueron demasiado grandes y la victoria no era tan evidente. Además, surgieron muchas leyendas vinculadas a esta operación militar y no es fácil orientarse en este laberinto informativo.  

Cuando los alemanes se apoderaron de Rzhev el 14 de octubre de 1941, en Moscú se proclamó el estado de asedio, ya que eran pocos los obstáculos que quedaban en el camino de los nazis hacia la capital de la Unión Soviética. Las tropas del enemigo no lograron tomar Moscú y se vieron obligadas a retroceder unos 150- 200 kilómetros. Entonces Rzhev se convirtió en el escenario de violentas batallas. La ciudad era como un trampolín para los alemanes que esperaban reanudar el asedio de la capital rusa, ya que la ciudad de Rzhev era el principal punto del frente más cercano a Moscú. Sólo al liberar Rzhev, las tropas soviéticas consiguieron dejar a la capital fuera de peligro.

En enero de 1942 Stalin exigió expulsar a los nazis de Rzhev a cualquier precio. La orden № 170007 firmada por el Comandante en Jefe Supremo reza:“…En el transcurso del 11 de enero, lo más tarde el 12, tomar Rzhev [...]. El Gran Cuartel General recomienda para estos fines [...] derribar la ciudad de Rzhev sin pensar en las masivas destrucciones de la misma”. Se necesitaron 14 meses de sangrientas batallas para realizar lo que estaba previsto hacer en un día.

Cientos de miles de soldados soviéticos, extenuados por la contraofensiva de invierno, emprendieron la ofensiva. En la primera etapa de la operación la parte rusa contaba con 1,9 millones de personal militar, 3.300 tanques y 1.100 aviones, mientras que en la batalla de Stalingrado participaron 1,1 millones de personas, 1.500 tanques y 1.300 aviones.

Los alemanes concentraron también un gran número de efectivos alrededor de Rzhev: dos tercios del grupo de ejércitos de la zona Centro (una sexta parte de todas las tropas del frente Oriental), incluidas las divisiones de élite de la Wehrmacht (fuerzas armadas en alemán): la Grossdeutschland y la Reich. El general Model encabezaba la defensa de la ciudad por parte de los nazis.

Desde enero hasta abril de 1942 las tropas soviéticas estuvieron atacando las posiciones del enemigo sin ningún éxito. En julio y agosto del mismo año emprendieron una nueva ofensiva, pero no alcanzaron su objetivo. En el periodo que va de noviembre hasta diciembre del mismo año, el Ejército Rojo volvió a realizar una ofensiva, esta vez encabezada por Zhúkov. En el marco de la operación ‘Marte’ las tropas intentaron rodear a los alemanes, pero tampoco tuvieron éxito.

Una de las más impresionantes descripciones de la batalla de Rzhev la hizo uno de los participantes de estos acontecimientos, Borís Gorbachevski, que dedicó todo un libro a esta página desconocida de la Gran Guerra Patria: “La gente avanza automáticamente y muchos mueren, pero ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, el incomprensible y salvaje combate se apoderó de nosotros. Explosiones, trozos de proyectiles y balas quebraron las filas de los soldados y están rompiendo en pedazos a los vivos y a los muertos. ¿Cómo puede soportarlo la gente? ¿Cómo salvarse en este infierno? El ruido de la batalla ahoga los desesperados gritos de los heridos, los sanitarios corren de un lado para otro entre estos horribles gritos y el fuego intenso, arriesgando su vida; arrastran a los lesionados y a los sangrantes a los embudos producidos por la explosión de los proyectiles. Dejamos de reconocernos en medio del zumbido y el silbido de los proyectiles. Caras empalidecidas, labios apretados. Alguien está llorando y las lágrimas mezcladas con el sudor y el lodo corren por la cara cegando los ojos. Algunos se ven con el pantalón mojado a causa del trauma, otros se encuentran peor aún. Uno intenta santiguarse corriendo, mirando al cielo con una súplica. Otro está llamando a una tal Maruska”.

En todos los recuerdos sobre las batallas de Rzhev hay referencias a una cantidad asombrosa de muertos: en un pequeño trozo de tierra perdieron la vida más de dos millones de personas. Los soldados fallecidos estaban puestos unos encima de los otros en tres pisos. No había posibilidad de enterrarlos. Por razones sanitarias y para evitar el saqueo se tomó la decisión de incinerar los cuerpos.No se hizo el registro de los muertos, ya que no había tiempo para eso.

Durante el frío invierno de 1942, cuando era imposible excavar trincheras a causa de las bajas temperaturas, se construyó una especie de barrera formada por los miles de cuerpos de soldados fallecidos y agua que se les echaba por encima para que se congelara, componiendo una pared compacta. Estos terraplenes defendían a los soldados. Así era como los muertos ayudaban a los vivos. Cuando llegó la primavera, los soldados fueron enterrados.

La hazaña del comandante de Ejército Mijaíl Efrémov ocupa un lugar especial en la historia de la operación militar de Rzhev. Su sitiado ejército №33 estaba perdiendo las últimas fuerzas cuando llegó un avión para recoger al general. Efrémov tomó la decisión de quedarse con sus soldados y murió cerca de Viazma tratando de romper el sitio: tras ser herido tres veces se suicidó para evitar ser capturado. Los alemanes rindieron homenaje al general antes de enterrarlo y hasta incitaron a sus soldados a seguir el ejemplo del oficial ruso. 

Sólo como resultado de la cuarta ofensiva, los nazis retrocedieron. La noche del 2 de marzo de 1943 el enemigo abandonó Rzhev. Al día siguiente el Ejército Rojo entró en la ciudad. Rzhev estaba en ruinas: de 20.000 personas que había en la localidad cuando empezó la ocupación, quedaban 150; de 5.400 edificios, permanecían en pie menos de 300.

No obstante, a pesar de las enormes pérdidas, precisamente después de la batalla de Rzhev, el 6 de marzo de 1943, a Stalin le otorgaron el grado de mariscal. Por lo visto, el líder soviético le daba una enorme importancia a la derrota de los alemanes en la batalla de Rzhev. Él mismo tomó la decisión al respecto de muchas de las operaciones llevadas a cabo en esta región.

En un mensaje secreto, el primer ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill, felicitó a Stalin: “Reciba mis más cordiales felicitaciones con motivo de la liberación de Rzhev. De nuestra conversación mantenida en agosto, sé de la gran importancia que tiene para usted la liberación de esta ciudad. 4 de marzo de 1943”.

Otro hecho que demuestra la importancia que tenía Rzhev para Stalin, es que la única visita al frente (o mejor dicho, en dirección al frente) que el líder de la URSS realizó durante la guerra fue ahí. En agosto de 1943 Stalin visitó la ciudad de Rzhev. Hasta hoy en día se desconocen los objetivos de este viaje.

Precisamente estando en Rzhev, Stalin fue informado de la liberación de otras dos ciudades soviéticas:Oriol y Bélgorod. Tras recibir la noticia, ordenó las que serían las primeras celebraciones con fuegos artificiales de la victorias bélicas, algo que se convertiría, a partir de entonces, en una tradición en toda la Unión Soviética.

La batalla de Rzhev fue una operación estratégica de suma importancia en el periodo de 1942 a 1943. Gracias a ella, Hitler no se decidió a trasladar una parte de las divisiones del grupo de ejércitos de la zona centro al sur para fortalecer la ofensiva de Stalingardo, o al norte para apoderarse por fin de Leningrado. Incluso se vio obligado a reforzar sus tropas en la región de Rzhev mandando divisiones desde el Sur y desde otras direcciones.

El alto mando soviético no ocultaba la información sobre la preparación de la operación de Rzhev. Incluso de vez en cuando hacía llegar ese tipo de datos al servicio la inteligencia de Alemania, incluyendo la designación de Zhukov. La operación de Rzhev sirvió para encubrir el abastecimiento de Stalingrado de todo lo necesario, la remodelación de la economía de la retaguardia para las necesidades del frente, la defensa de los pozos petroleros del Cáucaso, etc.

Rzhev fue una de las ‘piezas’ clave que había que sacrificar en el tablero de ajedrez de la Gran Guerra Patria, para terminar ganando la partida. La importancia de esta ‘pieza’ no está vinculada con el valor económico o político de la ciudad, sino con el precio que tuvieron que pagar los soldados soviéticos para su liberación. El saldo de la batalla es de más de 1,3 millones de personas que perdieron la vida o resultaron heridas. Las pérdidas de las tropas alemanas fueron de cerca de un millón de personas.

Los combates de Rzhev sirvieron como ‘escuela de ofensiva’ para los soldados rusos. Pero incluso en este tipo de ‘entrenamiento’, lucharon hasta la muerte por cada centímetro de su patria.

De los recuerdos de Clemens-Heinrich Graf von Kageneck: «El ataque enemigo era inaudito por su fuerza, lo más intenso desde el inicio de la campaña. Nunca hemos visto en Rusia algo de esta especie. Pérdidas enormes. Lo que siguió después de eso ... no era más guerra de fusiles de asalto, ametralladoras, granadas de mano, o pistolas, como en invierno. Era una batalla de técnica, de armas, en la que el atacante trataba de destruir al enemigo con acero, con aguaceros de acero, volando en el aire y corriendo en sus orugas, una batalla en la que el hombre intervino sólo en el último momento para destruir, en este paisaje lunar, lo que sobrevivía a esta carnicería...».

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