Los medios de comunicación de todo el mundo están convencidos de que los mejores 'hackers' viven en Rusia, y Hollywood ha estado obsesionado con hackers rusos durante décadas.
No obstante, cuando se trata de un verdadero cibercrimen, las fronteras empiezan a difuminarse, ya que muchas veces personas de diferentes nacionalidades trabajan juntas para realizar distintas tareas en este ámbito.
"Es muy difícil detectar de dónde viene el ataque dado que hace falta saber quién creó el virus y quién lo distribuye", explica Chris Kitze, fundador del servidor de Internet encriptado Unsene.