Las autoridades de Israel han reaccionado a los ataques de Dinamarca y Francia animando a los judíos europeos a emigrar a "su hogar". Según ha declarado el primer ministro del país, Israel les está esperando con los brazos abiertos. El político piensa que la ola de ataques contra las comunidades judías no va a cesar y por eso el Consejo de Ministros se está preparando para la inmigración masiva, a la que planea destinar más de 40 millones de euros, según informa la oficina del primer ministro. En respuesta, el primer ministro francés urgió a todos los judíos franceses a que se queden en el país, ya que, asegura, las medidas excepcionales de seguridad permanecerán hasta que desaparezca la amenaza de ataques. En ese clima de inseguridad miles de judíos optan por vivir en otros países, como Israel. Y de este modo, el reciente llamamiento del primer ministro israelí parece causar aún más flujos de migración.