En Afganistán, miles de personas fallecieron desde que EE.UU. desató la guerra. Los civiles son los que pagan las cuentas de la supuesta lucha contra el régimen talibán y el narcotráfico. Un alarmante informe de la ONU revela que el uso de terrenos en este país para el cultivo del opio ha aumentado un 60%. Surgen muchas interrogantes, una de ellas, ¿a quién benefició esta guerra?