En concreto, los activistas descubrieron que una tienda online, amazon.com, visitada por unos 80 millones de usuarios a diario, incluye sitios de organizaciones radicales en su programa filial. Gracias a éste programa, los sitios redirigen al visitante al portal Amazon, lo que beneficia a ambas partes. El gigante de compras en línea obtiene mas clientes y el portal del grupo de odio, comparte al menos 7% de las venta.
A su vez, el sistema bancario online PayPal, sirve de medio para que estos grupos realicen sus movimientos financieros. Heidi Beirich, jefa de la investigación, afirma que éstos portales de compras online son las mayores fuentes financieras de los grupos nacionalistas, y al detener esta colaboración no intencionada, se lograría luchar contra los Nazis del siglo XXI.