Esta postura, aparentemente afable, pareciera contradecir la postura severamente crítica de Washington ante el decreto suscrito por Vladimir Putin, que autorizaba a Moscú a reanudar sus suministros a Teherán.
El analista político, Ángel Molina, destaca el interés de Israel en esta serie de cambios de opiniones. Señala que para este país hebreo, el suministro de misiles a Irán podría cambiar las reglas del juego en la región.