Aunque a principios de la Segunda Guerra Mundial México se había declarado como país neutral, el hundimiento del buque Potrero del Llano, el 13 de mayo de 1942, y la muerte de una parte de su tripulación, desencadenarían en un hecho único en la historia de ese país.
El Escuadrón 201 o el Escuadrón Aéreo de Pelea 201, la unidad mexicana de combate aéreo, realizó operaciones tácticas y estratégicas de apoyo a las tropas contra las potencias del Eje que operaban en la región noroeste de Filipinas. Los aviones bombardearon cuevas y guaridas de los japoneses. Durante su estancia de 6 meses, 5 integrantes del Escuadrón perdieron la vida en combate.
A su regreso a México, los sobrevivientes del Escuadrón 201 fueron recibidos como héroes. Años después, los veteranos erigieron el Monumento a las Águilas Caídas como un legado histórico para las futuras generaciones, que recuerdan las valerosas acciones que emprendieron los mexicanos en la Segunda Guerra Mundial.