"Lazos del gobierno de EE.UU. y las compañías abren paso a corrupción"

El caso de Jeb Bush no difiere demasiado con otros altos cargos que están en la carrera presidencial o que han ocupado algún puesto en el gobierno estadounidense. Además en numerosas ocasiones estas personalidades tienen fuertes nexos con el sector privado. Hay un ejemplo de la propia familia Bush. George Herbert Walker Bush: Antes de servir como mandatario estadounidense entre los años 1989-1993, era un personaje próspero en la industria petrolera y se convirtió en millonario a la edad de 40 años. La última figura en encontrar un puesto bien compensado en el sector empresarial es Robert Gibbs. El ex secretario de la prensa de la Casa Blanca fue contratado en la posición del Jefe de comunicación del gigante de comida rápida McDonalds. Según los medios estadounidenses ahora se encargará de las relaciones de la empresa con las instituciones públicas.  Otro episodio cuando el sector empresarial envió a uno de los directores a la Casa Blanca: Condolisa Rice. Era miembro del consejo ejecutivo del gigante petrolero Chevron y dimitió en 2001, para convertirse en asesora de Seguridad Nacional y luego fue Secretaria de Estado en 2005. 

Henry Paulson fue secretario del Tesoro durante la más reciente crisis financiera de EE.UU. Pero antes de eso se desempeñó como presidente ejecutivo de Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversiones del mundo.

Y Robert Hunter Biden, el famoso businessman estadounidense, quien además es hijo del vicepresidente del país Joe Biden.
El profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, Raúl Hinojosa, señala que esta es una práctica común para EE.UU. que abre camino al cabildeo y a la corrupción.