El estado de Nueva York ha prohibido oficialmente el 'fraking' de forma masiva. Esta decisión pone punto final a 7 años de análisis del Departamento de conservación ambiental sobre esa controvertida práctica. En su resumen final, afirma que su fallo está basado en el equilibrio entre la protección del medio ambiente y la salud pública, así como en cuestiones sociales y económicas.