Las concentraciones, que culminaron con una violenta irrupción en un edificio gubernamental, buscan que las autoridades centrales atiendan las necesidades sociales de Potosí, según el Comité Cívico de esa ciudad. Y, efectivamente, el presidente boliviano, Evo Morales, ha suspendido su viaje de trabajo a Sucre para atender el conflicto. Para la analista internacional, Stella Calloni, es evidente que Bolivia está ante un nuevo intento de golpe de estado como muchos países en la región.