La entrada de la URSS, que declaró la guerra a Japón el 8 de agosto de 1945, supuso un viraje definitivo en la contienda. El 2 de septiembre el Gobierno nipón firmó la capitulación con los Aliados, lo que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
En un discurso con motivo de esta fecha, el presidente de EE.UU., Barack Obama, evitó mencionar a China como uno de los triunfadores de la guerra, algo que, en opinión de Daniel Madrid i Morales, investigador de la Universidad de Hong Kong, puede interpretarse como un intento de manejar la historia con fines políticos.