El Parlamento ucraniano ha autorizado la entrada de soldados extranjeros en su territorio para realizar ejercicios militares conjuntos durante los meses de noviembre y diciembre. Entre los más de 5.000 uniformados que participarán en las maniobras figuran 1.500 estadounidenses y casi mil militares de otros países miembros de la OTAN.
Desde la alianza declaran que seguirán apoyando a Kiev con el suministro de equipamiento militar y de guerra. Igualmente, le ayudarán a implementar los estándares correspondientes de la alianza. Algunos expertos advierten de que esta decisión pone en evidencia la falta de soberanía en Ucrania. Para el analista político Jorge Capelán, estas maniobras no solucionan el conflicto del país ni las necesidades del pueblo.