El testigo relata que al principio nadie se percató de que se trataba de un ataque terrorista y solo cuarenta minutos después de lo ocurrido les permitieron abandonar el lugar.
“Los hinchas estábamos cantando en la tribuna cuando escuchamos un estallido. Primero no le hicimos caso (…) Después, la gente comenzó a bajar al campo con pánico (…) Algunos lloraban. Otros estaban buscando a sus hijos. Había histeria”, evoca el aficionado parisino.