Mientras Siria sigue inmersa en una guerra contra el terrorismo, el flujo de refugiados en Europa continúa en aumento. En 2015, más de 700.000 personas llegaron a Alemania en busca de paz y un futuro mejor. El éxodo no sólo movilizó ayuda humanitaria, también provocó un resurgimiento de la extrema derecha y con ella, los fantasmas del pasado nazi.