El papa Francisco ha oficiado una solemne misa durante la cual ha recordado que sus Majestades de Oriente "exhortan a no conciliarnos con la mediocridad". La fecha conmemora el momento en el que apareció Jesús y coincide con su bautizo. Por eso en algunos países decenas de devotos han saltado sobre las aguas heladas para sacar crucifijos de madera lanzados por los sacerdotes.