Centenares de personas han protestado en el aeropuerto de Copenhague, Dinamarca, para condenar los controles en la frontera con Suecia, una medida vigente desde el pasado lunes en respuesta a una decisión similar de Estocolmo. La orden va dirigida a restringir el flujo migratorio, pero termina afectando a la población, ya que acarrea que el cruce de la línea divisoria sea más engorroso.