Quince estados norteamericanos están en alerta, y cinco de ellos han declarado el estado de emergencia. Las fuertes precipitaciones de nieve han marcado esta jornada en varias partes de la región, incluido Washington y su área metropolitana. Allí, las nevadas en plena hora punta han provocado importantes retenciones de tráfico y miles de personas han quedado atrapadas en las carreteras. Además, los colegios públicos han abierto con dos horas de retraso.