Según sus palabras, el bloqueo de 15 ciudades sirias, entre ellas la de Madaya, no puede calificarse solo de crimen de guerra. Según datos del organismo, 4,5 millones de personas viven en zonas de difícil acceso en el país. Esto incluye a las 400.000 que habitan en áreas asediadas. Sólo en Madaya, Médicos sin Fronteras estima que 16 ciudadanos han fallecido por hambre y escasez desde que hace dos semanas llegara el último convoy de ayuda humanitaria.