Está previsto que el Sumo Pontífice rece frente al Río Bravo, que separa a ambos estados y se trata de un lugar que refleja el drama de la inmigración. Allí, el papa estará acompañado por emigrantes y familiares de personas que desaparecieron en su intento por llegar al país vecino. La misa se podrá ver desde ambos lados de la frontera.