Según lo convenido en las mesas de diálogo, se les prohibía tener contacto con la población civil y participar con hombres uniformados en eventos públicos. Ahora se exige el regreso inmediato de los negociadores a la Habana. El año pasado el gobierno autorizó una serie de visitas de los negociadores de las FARC a sus campamentos, con el propósito de hacer pedagogía y explicar a la guerrilla los acuerdos alcanzados.