El aumento de la amenaza del terrorismo nuclear es uno de los mayores desafíos para la seguridad internacional. Así se desprende del comunicado final de la cumbre, dedicada a este asunto. Un encuentro criticado por la ausencia de varios actores importantes, como Rusia e Irán, y también por su agenda desgastada. Moscú rehusó asistir a la reunión argumentando la desigualdad de los participantes.