Es la primera vez que un jefe de la diplomacia estadounidense homenajea a las víctimas del las bombas atómicas lanzadas en 1945 por orden del entonces presidente Harry Truman. El acto se realizó en el marco de una cumbre de desarme nuclear que los países del G-7 celebran en esta localidad. A pesar de recordar a las víctimas, Kerry evitó disculparse por el ataque atómico de EE.UU. al Imperio japonés.