Sin embargo, existe escepticismo por los resultados concretos de esta cumbre y por sus grandes ausencias. Además, la propia anfitriona del evento, Turquía, tiene un historial de maltrato tanto hacia los refugiados, como hacia la minoría kurda.
La copresidenta del opositor Partido Democrático de los Pueblos turco, Figuen Yuksekdak, es crítica con el papel de Ankara en la solución de conflictos globales y recuerda la masacre de los kurdos de marzo de este año.
