En una breve ceremonia el mandatario norteamericano realizó una ofrenda floral ante el cenotafio en memoria de las 140.000 personas que murieron a consecuencia del bombardeo nuclear, la mayoría civiles. Sin embargo, no presentó ninguna disculpa por ese ataque llevado a cabo por su país en agosto de 1945. "El mundo tiene la responsabilidad compartida de plantearse cómo evitar la repetición de ese sufrimiento", mencionó Obama en su discurso.