Tal y como destaca la publicación, el rechazo de las autoridades turcas es la segunda bofetada diplomática contra Berlín.
Después de que el Bundestag aprobara la resolución sobre el genocidio armenio, Ankara canceló la visita de unos periodistas alemanes a la misma base. La delegación alemana tenía previsto visitar esta instalación aérea para revisar el estado de sus tropas.