Las movilizaciones en Sao Paulo desembocaron en enfrentamientos con la policía. Al menos siete personas resultaron heridas, según los medios locales. Los agentes lanzaron gas lacrimógeno a los manifestantes y estos les respondieron tirando piedras y prendiendo fuego a contenedores de basura. Además, un grupo de personas destrozó varias paradas de autobús y un vehículo policial. También hubo protestas, pero pacíficas, en otras ciudades de Brasil.
