La propuesta de cumbre fue rechazada por Moscú y Pekín, mediadores clave en la crisis norcoreana que abogan por un plan de doble congelación. Ambos criticaron el carácter poco representativo de la cita. A la reunión asisten los ministros de Exteriores de países que no tan visibles en el contexto de la tensión en la península asiática, como Etiopía, Luxemburgo y Nueva Zelanda.
Los delegados de la ONU tampoco participan en la cumbre, según comunicó el portavoz del secretario general. Según los organizadores, el encuentro busca demostrar solidaridad para hacer frente a las acciones peligrosas e ilegales de Corea del Norte.
El politólogo Eduardo Luque Guerrero cuestiona los objetivos reales de EE.UU. al abordar la crisis.