Según Estrasburgo, el país violó el derecho a la libertad de expresión ya que este acto forma parte, textualmente, "de una crítica política, no personal". Asimismo, la corte subraya que no se trata de una incitación al odio o a la violencia.
En 2007, los dos jóvenes catalanes prendieron fuego a una imagen de gran tamaño de la pareja real en una plaza pública durante una protesta contra la visita de la Corona a Girona.
La Justicia española les condenó a 15 años de prisión o pagar una multa de casi 3.000 euros cada uno, lo que finalmente hicieron.