Estos artefactos fueron colocados en las puertas de unas casas. La explosión del primero causó la muerte de un adolescente e hirió a una mujer, ambos afroestadounidenses. En el segundo caso, la víctima es de origen hispano y su estado es crítico. El 2 de marzo otro ataque similar acabó con la vida de un hombre de raza negra. La Policía no descarta que los ataques puedan tener una motivación racista.