Seehofer, que ha hecho hincapié en que la identidad alemana es cristiana, admite que los musulmanes que viven en el país sí pertenecen a la nación. El nuevo ministro ha sido durante mucho tiempo crítico con la política migratoria de Merkel y es partidario de expulsar más rápidamente a los solicitantes de asilo cuyas peticiones hayan sido rechazadas.