El primero en aterrizar en la pequeña ciudad-estado asiática fue el mandatario norcoreano. Escoltado por un gran convoy, se desplazó en limusina para entrevistarse con el primer ministro del país anfitrión.
Por su parte, Trump, llegó horas más tarde. Se espera que el lunes se reúna también con el dirigente de Singapur.
Mientras tanto, las autoridades del país han desplegado todo un arsenal de medidas de seguridad para garantizar el buen desarrollo de la cumbre.