Stalingrado resurgió de sus cenizas gracias al enorme esfuerzo de sus habitantes, sobre todo de las mujeres

Justo después de la victoria en la batalla de Stalingrado en 1943, comenzó otra tarea titánica: reconstruir la ciudad, que quedó prácticamente reducida a escombros. Los trabajos se realizaron en plena guerra, priorizando el restablecimiento del suministro de agua y electricidad, la reparación de la red ferroviaria y las viviendas. Todo el país contribuyó a la reconstrucción y el papel protagónico fue de los propios residentes, sobre todo, de las mujeres.