Occidente refuerza el control sobre la opinión pública para mantener su narrativa de la crisis ucraniana

Una muestra del sesgo existente en los países occidentales hacia el conflicto ucraniano es la censura de los medios y la persecución de los que expresan una postura contraria a la narrativa promovida desde Washington, Bruselas o Londres. Ya son varios los ejemplos cuando las emisiones de entrevistas con verdades incómodas para EE.UU. y sus aliados fueron simplemente canceladas.