La semana pasada Moscú y varios países occidentales llevaron a cabo un canje histórico de presos. Entre los liberados está el periodista hispano-ruso Pablo González, quien fue detenido en Polonia mientras cubría el conflicto ucraniano. El corresponsal habló con medios rusos sobre sus experiencias en la cárcel y los maltratos que sufrió. Las autoridades polacas le atribuían vínculos con la inteligencia rusa, pero en ningún momento presentaron pruebas.