El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado la decisión del Rey Juan Carlos I, de renunciar al trono tras 40 años al frente de la Corona, y de transmitir la Jefatura del Estado a su hijo, el Príncipe Felipe. Esta decisión no va a mejorar la imagen de la corona española, dañada en los últimos años. Lo asegura el analista internacional David Bollero, y añade que esta medida solo distraerá la atención.