Rehenes del Estado Islámico arriesgan sus vidas al comunicarse con sus familiares

Los rehenes del EI llaman a escondidas a sus familiares, conscientes del riesgo que asumen ante sus captores, que les cortarían ambas manos si los descubrieran. De las 11.000 personas que viven acogidas en los campos de refugiados, todas arrastran historias trágicas. Por delante tienen otro desafío: sobrevivir al invierno. Lo único que les consuela es la esperanza de volver a abrazar a sus familiares y regresar a sus casas, que algún día, confían queden libres de los tentáculos del EI.