El muro de Cisjordania deja a los árabes sin medios de subsistencia
Israel afirma dejarse la piel por la seguridad de sus ciudadanos, objetivo por cual en 2003 empezó la construcción del muro de Cisjordania. Su longitud supera los 700 kilómetros y marca no sólo los polémicos territorios, sino también el destino de sus habitantes, y es muy importante en qué lado se está.
Por mucho que se diga que Jerusalén es una capital para todos, la población árabe está privada de su actividad económica tradicional y obligada a pagar mayores impuestos.