El presidente saliente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, es un político controvertido, tanto dentro como fuera del país. Pero él y su firme postura sobre diversos asuntos claves seguramente no han pasado desapercibidos en ningún punto del planeta. Ahora, al término de su segundo mandato, su personalidad ya forma parte de la imagen que deja la república islámica en el mundo.