Conforme avanza la crisis griega, más provecho saca de esta la ultraderecha violenta. Según revelan recientes sondeos, la aceptación popular del movimiento neofascista Amanecer Dorado se ha duplicado desde mayo pasado, cuando sus representantes por primera vez accedieron a una veintena de escaños en el Parlamento heleno. “Lo que hacen es buscar a culpables falsos”, considera el escritor David Karvala.