Pero, minutos más tarde, se vieron obligados a salir del vehículo con rapidez y alejarse para ver cómo el elefante de ocho años se subía al techo del coche y lo aplastaba implacablemente.
Pero, minutos más tarde, se vieron obligados a salir del vehículo con rapidez y alejarse para ver cómo el elefante de ocho años se subía al techo del coche y lo aplastaba implacablemente.