En 1997 Richard Norris, de 39 años, se desfiguró la cara tras dispararse accidentalmente en la cabeza. Posteriormente, sufrió más de 30 cirugías plásticas, pero los doctores no lograron el éxito deseado. Después de 15 años, se trasplantó el rostro de Josué Aversano, de 21 años, que murió en un accidente de tráfico en 2012. Esta operaci'on fue posible gracias a que la familia de Josué donó su cara.