Los musulmanes atiende una de sus cinco oraciones diarias dirigidos por su imán, cuando el tren que se disponen a coger arranca junto a ellos. Varios de los creyentes interrumpen su rezo para no perder el tren, mientras que la mayoría del grupo se mantiene firme en su oración hasta la finalización de la misma.
Una vez acabado el rezo, todos corren a coger el tren ante las risas del videoaficionado que grabó toda la escena.