Con esta aceleración se pretenden simular situaciones reales que podrían afrontar los pilotos en vuelos reales.
En este vídeo se puede ver cómo se le deforma la cara a un piloto cuando la centrifugadora alcanza 7G (siete veces la fuerza de la gravedad). Los rasgos de la cara se aplastan, los ojos se le cierran y, finalmente, se desvanece.