Los agentes de la Guardia Civil española del municipio de Aspe (Alicante), realizaban una operación de rutina cuando observaron un vehículo estacionado con un perro pitbull en su interior. Las ventanas del coche, aparcado a pleno sol y a una temperatura promedio de cerca de 35 ºC, se encontraban cerradas y no había medios de ventilación.
Después de varios intentos infructuosos por contactar con el propietario del vehículo, los agentes procedieron a romper el cristal y sacaron al desafortunado animal. El vehículo fue trasladado por una grúa a las instalaciones municipales, mientras que el perro reside ahora en un refugio para animales.