La líder conservadora tuvo que ir y volver varias veces por la acera, hasta que por fin encontró el auto correcto. Eso sí, no olvidó saludar y sonreír a los periodistas que grababan el incómodo momento.
La líder conservadora tuvo que ir y volver varias veces por la acera, hasta que por fin encontró el auto correcto. Eso sí, no olvidó saludar y sonreír a los periodistas que grababan el incómodo momento.