El anuncio de la toma de poder por parte de las fuerzas golpistas movilizó a la población civil en la parte asiática del famoso puente, que conecta la orilla europea de Estambul con la asiática. Mientras tanto, soldados y vehículos militares, incluidos tanques, bloquearon rápidamente el paso a la parte europea para evitar que los activistas antigolpe arruinaran sus planes.
Los incidentes en el puente del Bósforo terminaron el sábado por la mañana, cuando los civiles lograron mantener su posición a pesar de las numerosas pérdidas sufridas. El puente se convirtió en un lugar emblemático en una noche en que en toda Turquía murieron 246 personas y más de 2.185 resultaron heridas.