Los ‘cazadores’ de la propiedad ajena no se hicieron esperar y uno de ellos cayó en la trampa con facilidad. Ahora cada vez que coja un paquete en sus manos, pensará que quizá, en el paquete hay gato encerrado.
Los ‘cazadores’ de la propiedad ajena no se hicieron esperar y uno de ellos cayó en la trampa con facilidad. Ahora cada vez que coja un paquete en sus manos, pensará que quizá, en el paquete hay gato encerrado.