Luego de varios minutos de agresión, los miembros de seguridad decidieron por fin comprobar lo que les decía el agredido y revisaron las boletas de compra: el joven era inocente de lo que se le acusaba.
Este incidente está lleno de contradicciones tanto en medios peruanos como chilenos. Mientras algunos afirman que el agredido es peruano, otros aseguran que en realidad se trata de un chileno que en un principio fue confundido con un peruano.