Pixie es un gato pedigrí persa de dos años de edad, una raza de felinos que no son conocidos precisamente por su apariencia alegre, pero este parece como si estuviera a punto de romper a llorar en cualquier momento. Sin embargo su dueña, Sophie Batt, asegura que es cualquier cosa menos triste: "Siempre está feliz, corriendo y jugando. Puede parecer un poco triste, pero la mayor parte del tiempo está feliz".